Thursday, January 13, 2011

La Lola Hot


Se sirvió un vaso de vino, miró por la ventana con impaciencia y solo vio pasar a los turistas desesperados comprando los últimos regalos antes de la Navidad. Cómo odiaba la Navidad!! Tantos regalos insignificantes de extraños a los que veía solamente una vez al año y que sabía con certeza los compraban por obligación. Cuántos más pares de medias podría llegar a acumular este año? Cuántos litros de su licor favorito podría llegar a usar para regar las plantas? Pero a nadie le importaba. Ezequiel Solis era un papanatas de pocas palabras. Gracias a esa distintiva característica, había pasado desapercibido por muchos anos y de alguna manera habia logrado progresar en el mundo corporativo.

Después de 15 años en la Petrolera Santa Cruz, finalmente habia logrado el ascenso que tanto deseaba y que incluía el escritorio de la esquina junto al ventanal que daba al basural de la cuadra. Mejor una ventana con vista al basural que la eterna eco lamparita que parecía traer más oscuridad que luz a cada espacio. Había arreglado sus pertenencias arquitectonicamente: todas las fotos, retratos y demás se habían alieneado en exquisita forma perpendicular o paralela. Ezequiel era muy meticuloso y no dejaba pasar detalle: los formularios estaban ordenados alfabeticamente y por código de colores, sus corbatas estaban asignadas por días de la semana, su loción refrescante para piel sensible se encontraba siempre a disposición en la heladera de la oficina, lista para cuando se necesitara. El aire acondicionado no podia subir de 17 grados ya que Ezequiel no soportaba tener sus manos transpiradas.

Ezequiel no era apreciado por todo su potencial pero se lo consideraba un “asset” después de tantos años de leal desempeño. Sus responsabilidades habían aumentado en estos años ya que la compañia habia decidido unanimemente no buscar a mas candidatos para asistir a Ezequiel ya que nadie duraba mas de una semana en el puesto. Esto le habia permitido a Ezequiel mantener su estatus de empleado senior, sin aumento de sueldo pero con irreemplazables monotonas obligaciones insignificantes.

Se sirvio otro vaso de vino y esperó. A las tres horas llego Marianita con las manos llenas de regalos. Ezequiel la miro con desconfianza y de repente comenzo a faltarle el aire. Marianita tiro las bolsas en el piso, lista para asistir. Los ataques de pánico de Ezequiel eran mucho mas frecuentes diurante las fiestas y Marianita era una experta en primeros auxilios para esta altura, después de que se habia diplomado de asistente de Enfermeria en la escuela de Salto Alto en Goya. Lo miro con ojos llenos de amor no correspondido y enseguida se preparó para administrar CPR. Otra vez no fue necesario, pero siempre estaba lista, confiando en que en algún momento utilizaría tanto conocimiento que tenía acumulado. Se habia presentado miles de veces para los puestos vacantes en el hospital local pero los cupos de enfermeras gnocchis estaban completos y tendria que esperar pacientemente a que alguna estirara la pata en los proximos 15 años. Paciencia no le faltaba, hacia 20 que esperaba la propuesta de matrimonio de Ezequiel y no habia perdido las esperanzas.

Ezequiel se levantó, la miro como si no la reconociera, volvió a mirar en la esquina del living, donde se habian acumulado los paquetes bajo el árbol de Navidad que habia comprado por $9.99 en superoferta el año anterior, le dio un beso en la frente a Marianita y escapó subitamente de la escena tan doméstica. Sentia que le faltaba el aire otra vez. Salio corriendo, bajo las escaleras y se subio a su Toyota Corolla ‘82 que tantas satisfacciones le habia dado con las 70 millas por hora de velocidad maxima en carretera. El viento en la cara le daba tranquilidad y funcionaba todas las veces para calmar su ansiedad.

Lo encontraron dos dias mas tarde en un matorral a 250 millas de Salto. El Corolla desaparecido, Ezequiel sin un rasguño pero totalmente confundido, en piyamas y sin idea de cómo habia llegado alli. Ezequiel habia caminado 3 millas en pantuflas al borde de la feroz carretera. Ningún auto paro para asisitirlo pensando se estaba recuperando de una noche de borrachera.

Marianita, enfadada y frustrada, empaquetó su vestido de quinceañera que tanto quería y aún le entraba y su completo vestuario que cabía en una pequena maleta, llamó a un taxi y desapareció de la vida de Ezequiel. Nunca más se supo de ella hasta cinco años más tarde cuando se la vio bailando en un go go dance local bajo el nombre de Lola Hot, con un cuerpo escultural resultado de años de sabia inversión en acciones de la Petrolera Santa Cruz: lolas, mentón, ojos, nariz, estomago, piernas, no habia quedado centímetro cuadrado sin cubrir con el escarpelo y este gran triunfo sobre la gravedad y la genética habia convertido al Dr. Carretel en el famosísimo cirujano de las strippers, posición llena de privilegios imposibles de documentar.

Lola (ya no mas Marianita), trabajaba incesantemente en el club durante la noche y se había registrado en un curso de Finanzas en la mañana. Su instinto para los números le había ganado unos cuantos clientes en el club, ya que Lola preparaba sus tablas excel por $150 pesos o lo equivalente a 5 lap dances. Su clientela debía mantenerse como cliente regular del club si esperaba recibir asesoramiento períodico sobre sus inversiones, lo que beneficiaba a Paco Lucero, el dueño del establecimiento. Paco no entendía cómo estas dos actividades eran compatibles hasta que comenzó a notar que la población regular del club tenía mas aspecto de ejecutivo de Wall Street que de camionero de paso. Los trajes azules comenzaron a frecuentar el boliche y esto obligó a Paco a contratar a un bartender que pudiera servir algo mas sofisticado que cerveza y gin.

Lola Hot recibió su diploma en Consultoría Financiera. El diploma colgaba en su vestidor y todo nuevo cliente debía registrarse en forma individual para un detallado seguimiento de sus inversiones. Paco, siempre de mente abierta a las nuevas oportunidades, le preparó el cuartito en el sótano, al lado de las cajas de licor, para utilizar como oficina. Su única demanda era que Lola conduciera todo el asesoramiento y consejería en su uniforme de lap dancing, sin excepciones. Para que esto fuera posible, había agregado una estufa eléctrica y un aire acondicionado compact. La mini oficina también contaba con un sofa cama en caso de necesidad de servicios agregados que se facturaban en forma individual en otra tabla excel.

Paco admiraba a la Lola, no solo por su cuerpo artificialmente escultural sino por su inteligencia. Después de dos años de ver este aspecto del negocio florecer, decidió expandir su corporación y fundó Lola Hot Investment Advisors LLC, un golazo empresarial.

Lola Hot Investment Advisors era basicamente “Lola Hot, Inc”. Paco había desarrollado todo un paquete de oportunidades para su clientela: masages de pies gratuitos, calendarios 2011/2012 con su desnudo a multicolor (un producto de venta exclusiva); pole dancing y hasta prendas autografiadas. “Vacaciones con Lola” era el paquete más codiciado que consistía en una semana en la costa Chilena. Para acceder a ese beneficio los inversores debían superar los $10,000 en inversion anuales. Lola Hot Inc era una empresa en pleno crecimiento cuando el éxito llego a oídos de Cameron Churchill, CEO, CFO, COO de Círculo de Inversores Anónimos. CIA era una inversora a nivel nacional. Cameron, comenzó su carrera en los ’60 cuando se ganó $2,000,000 en los megamillones de la lotería local. Encontró un alma gemela en Lola. Cameron, a diferencia de Lola, no creía ni en los paquetes de inversiones ni en los strip clubs pero respetaba a las mujeres emprendedoras. Sólo creía en la buena suerte y eso fue lo que lo decidió a contactar a Lola. La química del alcohol más las explosivas personalidades, crearon la fusión empresarial perfecta y a partir de entonces CIA y Lola Hot Inc se convirtieron en CIA Hot Inc.

La fama de este Joint Venture fue tan grande que ni siquiera Ezequiel logró reconocer a Marianita bajo una capa mágica de maquillaje y plumas. Ezequiel había salido del residencial con supervisión parcial hacia unos meses. Sus ataques de pánico habían desaparecido casi completamente junto con su aceitada cabellera y todos sus ahorros: perdió su trabajo en la petrolera, acumuló deudas irresponsablemente y se abandonó completamente a la vida subsidiada por el estado. A los 55 años, Ezequiel debía comenzar otra vez.

La Lola siguió viviendo en la pensión a pesar de la pequeña fortuna que tenía acumulada, más acciones, bonos, trusts, donaciones, coimas y demás que llevaba documentadas en forma detallada en sus cuadernitos. Los cuadernos estaban numerados y después de 15 años, ya llevaba mas de 300 embalados en cajas en el sotano de Paco

Ezequiel, con su autoestima en un “all time low”, no podía reconocer a Marianita detrás de las capas interminables de maquillaje y el aire ejecutivo que reinaba en el centro a go go. Cameron, indiferente a las plumas y demás estrategias de marketing, sólo veía los números de inversores incrementarse y los poderes seductores de la Lola desbaratarse con el peso de los años y las calorias adicionales del alcohol y los bombones.

La Lola había ignorado los miles de sabios consejos del doctor Carretel que le había recomendado un make over anual en una clínica suiza donde mantendrían su piel angelical intacta por 20 años más, según la garantía que los hacía famosos.

La Klinische ewigen Gewassen o "Clínica de las Aguas Eternas" promovía la eterna juventud a través de inmersiones anuales un sus aguas vaporosas. La Lola Hot no sabia nadar y era fiel seguidora de su filosofia de que el agua, en exceso, envejece, por lo que sus duchas semanales eran breves y cumplían solo la función fundamental de asear lo indispensable. Lola creía en los poderes rejuvenecedores de las pieles grasosas y sus clientes jamás se habian quejado por lo que descartó la recomendación del experto y se mantuvo indiferente a los pasos del tiempo y el efecto tóxico de los años.

Cameron comenzó a preocuparse del futuro de Lola Inc. Cuando descubrió que los inversores más jovenes ya estaban pensionados y los mas antiguos y leales habían estirado la pata.
La juventud inversora no seguía a la Lola y Cameron, que había llenado sus colchones de verdes, no podia preveer el futuro sin la Lola.
Accidentalmente, Cameron también había descubierto que Lola era originaria de Esquina, Corrientes, donde la belleza y la juventud no van mano a mano. En un esfuerzo por promover la compañía, Cameron decidió participar en el festival anual de la sandía con la esperanza de sumar algunos inversores.

Desafortunadamente, Lola ya no calificaba para la competencia por el trono de reina, sin embargo Cameron tuvo una idea: Después de agitadas conversaciones con los organizadores del festival, logró que se instituyera el CIA Hot Investments Pageant. Todas las bellezas de Esquina podrían aprovechar esta oportunidad y ganarse un viaje a Paisandú y pensión en el gogo club gracias a la generosidad de Pascualito que había desalojado a Edmundo, el cocinero, ya que había finalmente llegado a la conclusión de que el menú continental no era el punto fuerte del club y de ahí en más todo el que quisiera comer tendría que ordenar de la cafeteria naturista de enfrente donde se servía tofu con ensalada mixta o el Bar Gallego de Fermín donde servían el Guiso Madrileño 24 horas al día.

Edmundo refunfuñó brevemente pero las plumas y el perfume barato le daba alergias y la música de los Iracundos le causaba ansiedad por lo que salió pronto del cuarto y se tomó el próximo tren a Tandil, a vivir con su esposa a quien no había visto en 10 años.

Lola, indiferente, siguió con las sabias inversiones pero ahora Anahí, la ganadora del concurso de belleza, estaba encargada de conseguir los inversores, traelos al cuartito de atrás, levantarles la autoestima como quien dice, lograr evacuar la cuenta bancaria y esperar las instrucciones de la Lola de detrás de la cortina roja de terciopelo. Lola, sin tener mas la presión de colocarse la bikini todos los días ni de maquillarse, finalmente liberó sus más oscuros deseos y comenzó a comer mortadela en forma descontrolada. Nadie sabía de la debilidad de Lola por la mortadela.

Anahi, escandalosamente deshinibida, con medidas humanamente imposible, cabello glorioso negro azabache, no entendia ni jota lo que le indicaba Lola pero obedientemente repetia las instrucciones sin questionarlas ya que era lo suficientemente inteligente para darse cuenta de que si no los activos no funcionaba volvería de patitas a Esquina a sembrar sandías.


Asi fue como Lola comenzo su outsourcing y, con mas tiempo a su disposicion, sin tener que dar ningun lap dance, abrio de a poco sucursales en otras localidades aledanas que recibian a primeras horas de la manana instrucciones sobre que bones y acciones comprar, vender y recomendar. El procedimiento de documentacion se mantuvo intacto a pesar de los anos y la tecnologia de punta que escaparon a Lola Hot Investments. Las transacciones siguieron registrandose religiosamente en los pequenos cuadernillos.

Pasaron los anos y mas de 20 reinas y princesas del festival de la sandia de Esquina eran reconocidas entrepreneurs con mas de 50 locales que atendian las 24 horas del dia.

Lola fallecio rodeada de sus clientes mas fieles, pesando unos no tan elegantes 200 kilos y sumamente rica. Se desconoce el destino de su inmensa fortuna ya que hasta el dia de hoy no han logrado seguir el rastro a los millones de pesos acumulados pero la leyenda popular dice que la Lola dejo instucciones precisas a Ezequiel de comprar millones de hectareas de terreno inospito en oscuras esquinas del planeta y comenzar la excavacion en busca de petroleo. Ezequiel, fiel a su promesa, aun reusa confirmar que la Petrolera El Mal Paso, sumamente exitosa en descubrir petroleo en lugares desolados, fue resultado de la vision de la Lola. El Mal Paso actualmente cotiza en Wall Street.

Abril 23,2012